¿Sabías que tu coche es sexista?

A la hora de diseñar un vehículo seguro para todos, es importante tener en cuenta que, además de las diferencias de tamaño y peso, los hombres y las mujeres tienen una distribución diferente de la masa muscular, la densidad ósea y la separación de las vértebras. Sin embargo, la mayoría de los fabricantes de automóviles ignoran estos hechos. Si nos fijamos en las colisiones traseras, las conductoras tienen más probabilidades de sufrir lesiones por latigazo cervical que los hombres, debido a que su menor peso se ve catapultado hacia delante más rápidamente. Los problemas de seguridad vial derivados de las diferencias biológicas tienen una solución relativamente fácil. Para entender estos problemas y aplicarlos al diseño de los vehículos, los fabricantes de automóviles tienen que empezar a realizar pruebas de seguridad con dummies tanto femeninos como masculinos.

Se supone que los dummies utilizados en las pruebas de choque de los automóviles representan a todas las personas; sin embargo, su diseño representa al llamado "hombre del percentil 50": unos 77 kg y 175 cm de altura, establecido como norma en 1970. Hasta 2003, la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA) de EE.UU. no introdujo un maniquí de prueba "femenino". Sin embargo, este maniquí de prueba, que en realidad es una versión reducida del maniquí masculino, sólo representa el 5% de las mujeres y suele probarse como pasajero y no como conductor. Además, un maniquí de prueba masculino más pequeño no tiene en cuenta todas las diferencias biológicas entre hombres y mujeres, incluida la masa muscular. Volvo es uno de los pocos fabricantes que tiene en cuenta la seguridad de los conductores de ambos sexos y diseña vehículos y procedimientos de prueba que se adaptan a ambos.

Aunque el reconocimiento de voz es cada vez más importante como tecnología de comunicación, sigue siendo un problema saber exactamente qué voz se entiende. Por ejemplo, la IA de reconocimiento de voz funciona peor a la hora de reconocer las voces femeninas. Una vez más, esto se debe a que, cuando la IA se programa, se fija en el conjunto de datos proporcionado, y si el conjunto de datos procede principalmente de hombres, las mujeres se quedan básicamente con una IA que no ha sido entrenada para reconocerlas correctamente. ¿Cuál es la solución de los fabricantes de automóviles a este problema? Sugieren, de forma irrisoria, que las mujeres se sometan a un "largo entrenamiento" para cambiar su forma de hablar y que la tecnología las entienda, aunque el problema está en el software. ¡No es de extrañar que a veces las mujeres sientan que no se les escucha!