Renting y cuidado medioambiental: cifras que hablan

El renting es una solución adecuada para el cuidado medioambiental, ya que suele utilizar coches nuevos o de poco kilometraje, lo que implica que tienen un mantenimiento al día, con unos neumáticos que no han sufrido un desgaste excesivo.

Estos vehículos incorporan, además, las últimas innovaciones tecnológicas orientadas a disminuir la emisión de gases contaminantes a la atmósfera y así disminuir el impacto medioambiental del vehículo. Al tratarse de los últimos modelos en lanzarse al mercado cuentan con motores eficientes y una filosofía orientada a la optimización de la energía.

El mantenimiento del vehículo, del que se encarga la compañía de renting, ayuda a evitar la contaminación y las emisiones de dióxido de carbono. Asimismo, realizar un buen mantenimiento de los neumáticos permite que el vehículo no circule con ellos en mal estado, lo que evita un mayor consumo y la emisión de gases contaminantes a la atmósfera.

Cada vez más organizaciones y particulares están optando por una gama de vehículos poco contaminantes, como son los coches ecológicos que apenas contaminan, o los que se pueden calificar como de cero emisiones. Los vehículos híbridos y los eléctricos también están ganando cada vez más terreno, impulsados por organizaciones que no solo quieren ver reducida la factura del consumo de combustible, sino que se mueven por un marcado compromiso medioambiental dentro de su política de responsabilidad social corporativa.

Asimismo, está aumentando el número de ciudadanos que requieren este tipo de vehículos, principalmente quienes han convertido el cuidado del planeta en una auténtica filosofía de vida.

Una de las ventajas de optar por el renting es poder personalizar los meses de duración del contrato en función de las necesidades de cada persona u organización. Una circunstancia que ayuda a mantener en plena renovación el parque automovilístico.

Los coches más modernos no condicionan el futuro del usuario y contaminan menos que los vehículos que tradicionalmente circulan por las carreteras, con una edad media de 12 años.

Al mismo tiempo, ofrecen la oportunidad al usuario de poder adquirir modelos más eficientes en un corto espacio de tiempo, eligiendo el combustible que mejor se adapte a sus necesidades y adquiriendo las últimas novedades del sector en materia de eficiencia y sostenibilidad.

El renting es una opción ampliamente consolidada en España, tal y como demuestran las cifras positivas con las que acabó 2020, a pesar de la pandemia del coronavirus. En España, el parque de vehículos pertenecientes a la modalidad de renting asciende a 743.388 vehículos, lo que supone un 44,6% más que en 2019, según la Asociación Española de Renting de Vehículos.

El número de clientes de renting ha crecido un 15,77%. En nuestro país, uno de cada cinco coches matriculados (20,35% del total) se hicieron bajo la modalidad de renting, con un peso cada vez mayor de autónomos y particulares, que ya supone un 15% del total del parque de renting.

Para resolver el papel clave que juega el renting en el cuidado del medio ambiente, nada como repasar sus cifras, fiel reflejo de los beneficios de optar por esta modalidad, cada vez más extendida. Si el promedio de antigüedad de los coches en España es de 12 años, el de los vehículos de renting se sitúa en 4 años.

Por otro lado, el renting contribuye a mejorar el tráfico, especialmente en las grandes ciudades. Al ser coches de reciente lanzamiento al mercado cuentan con el equipamiento tecnológico suficiente para convertirse en un aliado de la contaminación. De cada 10 vehículos de renting en España, 9 cumplen con la normativa Euro 6.

De todos los vehículos de renting matriculados, los híbridos han sido los preferidos en el segmento de vehículos de menos emisiones. Su matriculación el pasado año ascendió a 26.310 unidades, lo que supone un 77,16% más que el año anterior. Además, los **coches eléctricos con etiqueta Cero presentaron un crecimiento del 46,75%. ** El sector del renting tiene por delante numerosos retos dentro de la estrategia global de descarbonización, y un claro compromiso en la consecución de una movilidad limpia, con un papel clave para lograr una sociedad más responsable medioambientalmente, no solo para un futuro inmediato, sino también para las próximas generaciones.